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Kaso cerrado

Por qué los movimientos pacifistas deberían apoyar a Kucinich en la campaña electoral

Daniel Patrick Welch para opednews.com

(9/03)

¿Y ahora qué? La cuestión pende sobre el movimiento pacifista como una niebla densa. Sus acciones han seguido aumentando en diversas direcciones, con entusiasmo desde luego, pero el inminente circo electoral siempre se chupa la energía de las personas normalmente racionales que se lanzan a la cuatrianual Danza de la Muerte, tropezando unos con otros, con un cierto curioso afán hacia los candidatos que no comparten sus propios intereses y quienes, a ambos lados del truculento espectro político, intentan atraer o acallar el fervor pacifista que se está afianndose en todo el mundo. Hazte de Dennis Kucinich.

A pesar de que la prensa, miope y muy estúpida, considera que sus acitividades son un fracaso, lo cierto es que el increíble poder de organización y movilización del movimiento pacifista condujo a la actual paralización y aislamietno de las intenciones imperialistas de los Estados Unidos en Oriente Medio y más allá. Aunque la gente no se frenó, es evidente que la protesta mundial impidió la justificación de la guerra y sus secuelas. El recuerdo alentador de decenas de millones de personas ocupando las calles el 15 de febrero es un hito importante después de todo.

Lo que todos nos preguntamos es cómo conseguir fuerza política a partir de este fervor. El fervor, desde luego, sigue ahí, y se puede sentir en las reacciones viscerales hacia Bush y sus planes desde todos los rincones del mundo. Quiero dejar claro que de lo que se trata es de conseguir poder a través de las urnas y un cambio en el liderazgo elegido convencionalmente, para que tenga la oportunidad de efectuar cambios en consonancia con nuestras peticiones.

Conviene que consideremos el punto anterior, pues puede pasar desapercibido por los que sólo están pendientes de su propia campaña electoral, como única forma de expresión política. Hay otras fuerzas que no se incluyen en el proceso electoral, recordemos: grupos de trabajo, innumerables organizaciones de ciudadanos, el poder de movilizar, protestar y agitar. Sería conveniente también que, como Chomksky ha señalado, los gobernantes votaran cada fracción de segundo simultáneamente con los clicks de la teleimpresora de la bolsa. Si nos confiamos solamente en las eleciones para que haya cambios, no tenemos nada que hacer.

Kucinich puede ser el adecuado enlace con el mundo de las elecciones. Es cierto, la mayoría de la izquierda siente que la esperanza está lejos del partido, a través de reformas a las que el status quo se opone completamente (teniendo en cuenta que Kucinich es una gran excepción). El Partido Demócrata, que ha prescindido de cantidad de movimientos populares en su sasngrante historia no es el lugar adecuado, según algunos, para popiciar un cambio fundamental. Parece que solamente tras la adopción de una segunda votación instantánea, la representación proporcional, las campañas financiadas públicamente, la eliminación de la supermayoría dentro del sesgado Colegio Electoral y otras reformas democráticas, podríamos conseguir que el Partido Demócrata funcionase mejor. Con una presión seria de la izquierda, un partido reformado puede ser forzado a ir en coalición con nuevos partidos, con el fin de proponer un programa popular.

Pero, desde luego, no es una proposición excluyente. Ninguna de las acitividades de cualquiera de los movimientos pacifistas debe darse por finalizada - no es necesario según el programa de Kucinich. El fracaso de consecución de tales reformas puede relacionarse con lo que Bob Marlay pensaba (canalizando a Haile Salasse) sobre la derrota, largamente esperada, del racismo: 'hasta ese día, el sueño de una paz duradera, la ciudadanía mundial, las reglas de una moral internacional serán sólo una ilusión efímera que perseguiremos pero nunca conseguiremos'. 

Hasta ese día, uno de los dos grandes partidos controlará la rama ejecutiva a la cabeza de la potencia mundial más poderosa y peligrosa. En otras palabras, el próximo presidente va a ser un demócrata. Para muchos de izquierda, esta idea les hace bostezar. Un candidato de principios como Kucinich en la campaña puede ser la chispa que encienda la misma pasión en la izquierda, sin embargo, tal como lo hizo la candidatura de Jackson hace dieciséis años.

Es el momento adeucuado también. La continua ocupación de íraq es un desastre absoluto, en el qu el núcleo del partido (es decir, el ala republicrática y colaboracionista en que se ha convertido el partido) ha decidido repetir los errores del pasado. Vietnam fue muy divertido a l principio, deben pensar, ¿por qué no volver a hacerlo? Pérdidas humanas es la inexorable consecuencia de la invasión y ocupación: todas las cartas han sido repartidas y la reina de corazones ya ha salido. Aunque Gandhi no fuera el primero en resistir una ocupación, recordando su verdad simple no hay necesidad de más. Citando al Mahatma: 'La verdad simple es que 350.000 británicos no pueden controlar a 350 millones de indios si esos 350 millones no quieren que se les controle'.

La mayoría de los candidatos a la presidencia se han tapado los ojos ante estas verdades que se han gastado con el tiempo, y ahora vemos lo que parece un inevitale futuro con una continua ocupación dirigida por el presidente demócrata que se apunta a la idea de que no tenemos otra elección que expandirnos por razones de 'seguridad nacional', en consonacia con la locura imperialista del ala derecha. De nuevo, pido perdón si tergiverso una lógica que no puedo seguir: ¿por qué no arreglar las atrocidades que ya nos hemos apuntado realizando muchas más?

Debe mencionarse también la cuestión racial. Una coalición con posibilidad de ganar necesita ir más allá del electorado progresista blanco, y esto ya se ha visto que es increíblemente dificil debido a la tormentosa relación entre razas a lo largo de la historia de este país. No se debe dar por supuesto que cualquier candidato blanco puede motivar la participación necesaria para aplastar el dinero y el poder de la derecha. Es una verdad que 'la gente unida jamás será vencida'. Nadie lo duda - el problema siempre ha sido unir a la gente.

Por la regla simple de la interacción entre la mayoria y minoría, las mayorías alcanzan lo que quieren - por esto es por lo que los progresistas negros que llegan a los blancos tienen ventajas sobre el alcance de los progresistas blancos con respecto a los negros. Estoy firmemente convencido de que no podemos ganar sin intentar esta coalición como prioridad en el programa. Para hacerlo, neceitamos reconocer la presencia de otros liberales negros en la campaña, y admitir los fallos de candidatos blancos liberales donde los haya. Sharpton y Mosely-Braun tiene unas referencias progresistas impresionantes, y si alguno de ellos tiene posibilidades deberían ser respaldados.

Así que ¿por qué Kucinich? Irónicamente, una de las principales razones por las que se debe apoyar a Kucinich es extrañamente semejante a la que se da en el caso de Dean: es el momento adecuado para ofrecer una alternativa a la derecha. En la red ya se ha desatado la pasión en torno a la campaña de Kucinich. Es el predilecto después de Dean, según algunos sondeos en la red, y la campaña va tan rápida que la distribución de material propagandístico va con retraso y está ocasionando dolores de cabeza. Todavía tiene que registrarse en las encuestas de opinión y puede que no lo haga hasta que sorprenda a los expertos en Iowa, New Hampshire y California. No hay ninguna razón por la que el Espejo de Izquierda de Radio Derecha en la red, no haga por Kucinich lo que ya ha hecho por Dean equivocadamente.

No es un camino de rosas seguramente. La dura realidad es que la campaña sólo será el principio. El Presidente Kucinich tendrá que gobernar tal como hace su campaña, aprovechando una gran fuente del movimiento popular, con el fin de desmantelar el aparato de la constante guerra. Pero los andamios ya están colocados y se han producido grandes éxitos con las movilizacios como ya mencioné anteriormente. Un ejemplo curisoso es moveon.org, una modesta organización que llegó a conseguir casi un millón de dólares en unos pocos días, para ayudar a los demócratas de Tejas en la lucha contra el vergonzoso plan de reestructuración de los distritos, GOP, que intentaba robarles varios escaños en la Casa, tras sólo dos años después del último censo electoral. Imaginad a millones de personas pidiendo al mismo tiempo alguno de los cambios en la onda progresista y con una repercusión en la rama ejecutiva.

El único argumento insidioso en contra de Kucinich -aunque algo repetitivo y poco ingenioso - es que 'no puede ganar'. No voy a entrar en detalles, aunque algunos de los puntos citados aquí lo explican ya. Pero si alguno está interesado en mis anteriores y más extensos argumentos en el asunto los puede encontrar en 'El fuego esta vez' y 'Estábamos sólo hablando'. Con respecto a est último, es hora de dar el segundo paso. Las cartas puede que ya se hayan repartido, pero todavía quedan unas cuantas cartas fabulosas en el montón. Tan cercanos al 40 aniversario de la Marcha de Washington en 1963, no puedo evitar evocar al Dr. King para terminar con una línea de un espiritual negro diferente: 'Subid a bordo, niños. El arca se va a poner en movimiento'. 

© 2003 Daniel Patrick Welch. Concedido el permiso para su reproducción 
(with credit and link to opednews.com)

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Welch vive y escribe en Salem, Massachusetts, EE.UU., con su esposa Julia Nambalirwa-Lugudde. Juntos administran The Greenhouse School. Sus artículos anteriores están a disposición en la Internet y se le facilitará un índice con sólo pedirlo. El autor se ha presentado por radio (la entrevista se puede escuchar aqui) y sus columnas también se han difundido: los interesados en retransmitir el audio deberán comunicarse con el autor. Algunas columnas están a disposición en español o francés y hay otras traducciones pendientes (se acepta ayuda para otras lenguas). Welch habla varios idiomas y hace grabaciones en francés, alemán, ruso y español o entrevistas en la lengua meta por teléfono.