Estábamos sólo hablando:
Otra conversación sobre Dennis Kucinich (Todavía)
Daniel Patrick Welch
(8/03)
Me sorprendió un email de un viejo amigo, normalmente
apolítico, que quería entablar conversación sobre
Dennis Kucinich. Aunque no suelo picar el anzuelo, me
motivó bastante compartir este intercambio con el
mundo:
Mi amigo empezó:
Danny, tengo que preguntarte algo… si tienes la
intención de prescindir de Bush, ¿por qué apoyas a
Kucinich en vez de a un candidato demócrata con
ciertas posibilidades? Todavía no me he inclinado por
ninguno – casi no puedo seguir la pista de los que
hacen campaña – pero, después de ir con Nader en el
2000, no puedo tragarmélo: ir con un bonito perdedor
demócrata el día de las elecciones y ver a Bush cuatro
años más. ¿Qué piensas?
Contesté:
¿Apoyaste a Nader en julio del 1999? Asumno que no.
Además, mi querido amigo – Nader no era un ‘bonito
perdedor demócrata’- él hizo campaña en contra del
representante elegido por el Partido Demócrata. Esto
me recuerda aquellos días. Probablemente, cumpliendo
con mi obligación, votaré por cualquier borracho,
cobarde, acabado y perdedor que los demócratas nominen
cuando llegue el mes de noviembre de 2004 (recuerda,
colega – yo lo hice y tú no la última vez, así que no
me veas así). Pero ¿por qué ahora? ¿Por qué
involucrarse en este momento, a no ser que haya
alguien que de verdad le hable a tu alma y a tus
instintos?
No veo la necesidad de gastar energías con Kerry, Dean
o Gephart hasta el próximo congreso republicano – ni
nadie la ve. No tienen capacidad para suponer una
pérdida (o aumento) del electorado del Partido
Demócrata. Dean es un conservador, un ex-preferido del
grupo derechista del Partido Demócrata, un poco
engañoso, francamente – Kerry un empresario liberal y
Gehpart… bueno – ya he dicho bastante. Por lo que se
refiere a Kucinich, en cuanto a que ‘no tiene
posibilidades’, creo que no lees lo que escribo muy
detenidamente (¡hummmmm!). Más bien al contrario,
pienso que si un candidato progresista no puede ganar
con su programa progresista – o sea, diciendo sin
equivocarse que tenemos que cambiar de dirección en
este país – y hacerlo, a propósito, con el poder del
dinero y los medios de comunicación en contra de él (o
de ella) – entonces es que hemos llegado a un aprieto…
y no hay esperanza en ningún intento razonable para
atacar las grandes epidemias de la guerra, la pobreza,
la salud, la educación, etc.
Los tipos del grupo derechista del Partido Demócrata
piensan que pueden hacerlo a su manera – no
funcionará. Los demócratas no han ganado una mayoría
del voto blanco desde 1948 (exceptuando la victoria de
1964, tras el asesinato de Lyndon B. Johson). Esto no
va a ocurrir de nuevo. ¡Pues sí! No me tomes a mal –
algunos de mis mejores amigos son gente blanca. Es que
mientras que las tendencias demográficas y políticas
se están disparando en una dirección, los demócratas,
como de costumbre, van igual de rápido hacia el lado
opuesto.
Los republicanos lo tienen claro: saben que son una
raza a extinguir: la gente los odia igual que a sus
políticas. De la única manera en la que pueden ganar
es tomando medidas de redefinicion de distritos
electorales, financiando algunas retiradas,
suprimiendo el voto negro, haciendo purgas en las
listas de votantes y otros planes organizados y
enfocados, aterrorizando al electorado, mintiendo y
robando el voto, simplemente, cuando lo tengan que
hacer… ¡así lo pueden conseguir! Se dieron perfecta
cuenta de que en las últimas elecciones ganó el voto
de centro-izquierda: un rechazo de las directrices
políticas más suaves que Bush propagó en la campaña.
Puede que sean unos cerdos, pero no son tontos.
Los demócratas, por otra parte, son unos estúpidos
también. En vez de identificar y resaltar las
tendencias que los republicanos están señalándoles (e
intentar estrujarlas con todo el dinero y poder), se
meten en el juego y se aseguran su propia derrota.
Dicho de una forma simple, es que los llamados
‘asuntos sociales’: abolición de la racista pena de
muerte, el control de las armas cortas, la restricción
de la comunidad en cuanto a hacer de policías, la
devolución de los derechos de voto a los delincuentes,
el tratamiento de los temas de salud, educación,
empleo y necesidades de infraestructura, los derechos
de los trabajadores, las garantías demócratas de la
reforma electoral, el dominio de la candidatura
demócrata – en breve, casi todo el programa progresivo
– son enormemente interesantes para las numerosas
circunscripciones electorales, en las que la lealtad
de los votantes a su partido alcanza ¡¡¡el 90%!!! ¿Qué
clase de calculadoras utilizan estos demócratas
blancos?
Desde luego que las minorías no votan en grandes
números hoy en día - ¿por qué demonios lo iban a
hacer? ¿Es que acaso tú o yo, propagando la clase de
escoria que son Bush, Rumsfeld, Cheney, Powell,
Ashcroft y los demás motiva esa actitud? ¿Por qué la
iba a producir? No tiene sentido.
La gente quiere votar por algo, como tú cuando votaste
por Nader, supongo. Los demócratas no pudieron ni
siquiera conseguir que votaras con ellos y tu
hermano/tío/primo no está en la cárcel/sin trabajo/en
el ejército, - el precio que paga un idiota por
conseguir una ‘educación’ gratis - etc. No, sigo
convencido de mi conclusión original: un candidato
como Kucinich, o Sharpton, o Braun, tiene la
posibilidad de cambiar este país – desde el momento en
que esa oportunidad existe.
Cuando el Presidente Dean haga su primer envío de
tropas a Iraq, ‘se compromente’ en el plan de permitir
que tengan seguro de catástrofe todos los niños
huérfanos, sordomudos y zurdos que han nacido en
Martes; añade el ‘terrorimso’ (definición de estado) a
la lista de las ofensas que se castigan con la muerte
– no voy a regodearme diciendo que ya te lo avisé. La
verdad es que Bush ha jodido a este país tan malamente
que sólo un giro de 180 puede efectivamente repudiar
el terrorismo y las políticas antihumanitarias que han
causado tanto daño. Las repercusiones no desaparecerán
a pesar de que se le venza. Pero como dije,
probablemente acabaré votando por cualquiera de ellos:
Dick, John o Dean cuando llegue el momento, pues no
hay diferencias sustanciales entre ellos. Como sabes,
soy un demócrata leal, no como otros…¿Ahammmm?
Mi amigo continuó:
Para aclararnos, estoy de acuerdo sobre el
desaprovechado potencial al no unir los votos de los
negros, los latinos y las mujeres junto con los votos
progresistas para ganar nacionalmente. No me parece
que Kucinich lo pueda hacer. Me cae bien, pensando
sólo en la fuerza de las ideas, y puede ganar en
estados como Massachusetts. Pero eso no lo convierte
en un orador que llame la atención o en un candidato
televisivo que pueda atraer al electorado a nivel
nacional. Y no es un tipo que pueda remontar la
asociacion política que representa: el alcalde
responsable de la bancarrota de una gran área
metropolitana. Los republicanos lo matarían sólo por
eso.
Yo continué:
Es interesante, expresé lo mismo en un escrito
anterior (El fuego esta vez). Tampoco estoy seguro de
que sea el tipo. Pero estoy en desacuerdo con razón –
no creo que un candidato blanco lo pueda conseguir.
Los políticos profesionales blancos se han dirigido a
las minorías durante décadas y están más que hartas.
La única razón por la que eligen a los demócratas es
porque no son republicanos.
Pero este truco no funcionará siempre. Kucinich
tendría que hacerles un lugar en su campaña, con tal
de dar a las minorías votantes una parte - incluso
Jackson tuvo que luchar en este aspecto en sus
campañas. En la confusa jungla histórica en América
después de la esclavitud, ningún programa es tan
simple como parece, y ninguna postura, promoción o
alianza tan simple como suena. Una de las cosas
extrañas de haberme casado dentro de la comunidad
negra es que nunca perteneces del todo, es como con
una conversión religiosa. Pero ayuda a aclarar las
cosas un poco.
En cuanto al tema del carisma, estoy en desacuerdo –
creo que lo tiene. Incluso sus detractores se han
sorprendido y están impresionados de que haya
arrastrado a las masas más bulliciosas, incluso tiene
algo de presencia magnética. En cuanto a Cleveland,
los republicanos usarán cualquier cosa que puedan para
hacer un buen chiste e imprimirlo en pegatinas. Eso no
es nuevo, y los distritos de Kean, Derry y Hartberman
son tontos si piensan que pueden contrarrestar ese
inevitable ataque haciéndose todavía más republicanos.
La única razón por la que Kucinich se rebeló es porque
se negó a cumplir con la demanda del banco de vender
ese servicio público. La petición no era normal, y
quizás no totalmente legal dado el enredo entre el
banco y CEI, la empresa privada que pudo haber ganado
casi 200 millones más de dólares de los contribuyentes
en la década siguiente si Kucinich no hubiera cumplido
su promesa de no vender Muny Light. El Ayuntamiento lo
elogió en 1998 por tener el ‘coraje y previsión’ de
cumplir con su palabra y arruinar su carrera política,
que ,en ese momento, fue lo que pareció. La ciudad le
‘castigó’ haciéndole volver tres veces a un escaño que
le quitó a un cargo republicano en el terreno
‘democrático de Reagan’.
En el Lado Este hay mucha gente que lo ama a muerte,
incluso admitiendo a sus peores enemigos, los
escenarios de Cleveland, que dijeron cuánto le odian
en una pieza muy crítica que se representó durante
cierto timepo. Al autor teatral se le presionó
fuertemente para que no revelara que Kucinich fue
asediado por una gran multitud africoamericana en un
restaurante durante una reunión – a pesar de que él no
había hecho campaña en ese distrito en años. Dean
puede que gane en Vermont; Kerry en Massachusetts.
Kucinich puede que en Ohio – y si lo hace, gana las
elecciones. Desde luego, se le mira de soslayo debido
a su potencias para ser el hijo predilecto, pero todos
los demócratas que ganan en Ohio ya han ganado
completamente el cinturón industrial del medio–oeste
(excepto Indiana) y Florida, según la nueva fórmula.
No es fácil, pero no lo va a ser tampoco para ningún
demócrata. Hablar simplemente de números, como si de
una sentencia de muerte se tratara, en una competición
de nueve candidatos (las encuestas, en este momento,
ofrecen, por adelantado, un margen de error de un 4 ó
incluso de un 6% (¡) – y añade a eso que un tercio de
demócratas registrados no pueden nombrar a un sólo
candidato por su nombre – me suena todo absurdo. La
prensa está pasando unas vacaciones – pero el asunto
es crítico. La mayoría de la gente no sabe qué pensar
hasta que otra gente sabe lo que pensar. En ese
sentido es como el efecto invernadero. Los
climatólogos hablan de saltos del clima, cuando se
llega a un cierto punto desconocido. El calentamiento
del planeta es peligroso, no en sí mismo sino porque
puede que en el clima se produzcan saltos más bien
pronto que tarde. He estado esperando un cuarto de
siglo para que algo ocurra. Es suficiente que se
produzca una combustión lenta por el momento.
© 2003 Daniel Patrick Welch. Concedido el permiso para su reproducción.
Traducido por Aurea Lopez
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Welch vive y escribe en Salem, Massachussets, EE.UU.,
con su esposa Julia Nambalirwa-Lugudde. Juntos administran The
Greenhouse School. Sus artículos anteriores están a
disposición en la Internet y se le facilitará un índice con
solo pedirlo. El autor se ha presentado por radio (la
entrevista se puede escuchar aquí) y sus columnas también
se han difundido: los interesados en retransmitir el audio
deberán comunicarse con el autor. Algunas columnas están a
disposición en español o francés y hay otras traducciones
pendientes (se acepta ayuda para otras lenguas). Welch habla
varios idiomas y hace grabaciones en francés, alemán, ruso y
español o entrevistas en la lengua meta por teléfono.
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