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Destituyan al HP
Al diablo con los Republicanos, y a toda prisa

5/04

Dejémonos de rodeos con Bush y empecemos a lanzarle con todo. No existe una serie de principios humanitarios o democráticos del cual esta administración no fuera motivo de ser derrumbada en una sociedad lúcida. Las últimas elecciones presidenciales fueron muy dudosas y sus prácticas fueron de carácter imprudente, peligroso y criminal y durante los últimos años han demostrado al mundo entero que no son aptos para gobernar. La destitución, que vendría siendo el único remedio democrático, fue en un principio echada a un lado muy asiduamente por una oposición temerosa de su propia sombra. Desde el comienzo era comprensible que sería un derroche de tiempo y de energía debido a que el GOP (partido republicano) tenía total control de ambas cámaras.

Las suposiciones de una política escéptica son los resultados de una democracia arruinada y Washington se ve arrastrada por los traidores y por la turbulencia política. El proceso legislativo, no es más que una fabrica de longanizas, y cualquiera que quiera hacer bien su trabajo debe hacerse el loco y esperar. Aún así los principios sirven para algo.Si escuchamos a cualquiera de los integrantes de los mega partidos políticos, uno pensaría que se basan en los principios. La gran retórica envuelve hasta a los matices más sutiles sugeridos por los grupos focales: los pequeños cambios en las políticas fracasadas son disfrazadas como importantes movimientos ideológicos, sus miembros valientemente marchando al estilo del Quijote hacia el molino de sus escasos oponentes discrepantes.

Pueda que sea entonces el momento para una simple propuesta radical. La verdad es la verdad. Por supuesto que los republicanos van a luchar como enloquecidos en contra de la destitución, pero y ¿qué? De todos modos ya es el momento de dejar en el pasado el mito creado por la extrema derecha de que Nixon fue destituido por la oposición. Al momento que Barry Goldwater se reunió con Nixon para decirle que todo se terminaba, este reportó que el presidente no obtendría más de diez votos en el senado. Y añadió que él no era uno de ellos. Los políticos no siempre acatan las líneas partidistas, principalmente si derivan de las manos de un mezquino.

El daño realizado a largas décadas de acuerdos internacionales, a la reputación de los Estados Unidos y a los actos repugnantes y atroces llevados acabo en nuestro nombre van más allá de las conjeturas y posiblemente más allá de lograr enmendarlas. Arrinconados en cada esquina, los ladrones y mentirosos de este gobierno militarizado responden a cada nueva crisis provocada con un gran sentido de dejadez. Existen fuerzas peligrosas y poderosas pretendiendo conservar a este hombre en el poder y no cabe la menor duda de que confrontarlos directamente va a ser difícil. Pero ya no queda otra opción. El iceberg, que con un pico que ahora se clava en los ojos de un mundo extenuado, es gigantesco y no se va a derretir de muto proprio. La intención de estos hombres en todo momento ha sido hacerle trizas a la Convención de Ginebra, a la Constitución de los Estados Unidos y cada una de las garantías existente. El escándalo del abuso en la prisión de Irak, término sin duda desacertado, no se trata de unos pocos desmandados. Cualquiera con un poco de inteligencia puede comprobar de inmediato y de nuevo que teníamos la razón. El intento de eliminar la CIA y establecer un sistema de tortura enteramente secreto y de compilación de inteligencia deja al descubierto un elemento no existente en los principios de estos hombres: el total desprecio por la democracia y de un proceso legal establecido.

Nos debe servir de referencia el saber que la CIA tenía bajo su manga la absoluta responsabilidad de estos hombres. La CIA tal como la conocemos, es reacia a cambiar las reglas o a rendir cuentas y parte de la búsqueda de sus metas bastante dudosas. Aparentemente, Doug Feith tiene más conocimientos que la CIA ya que no confiaría en ellos, señalemos el ejemplo de todos los manuales instructivos de asesinatos en Centroamérica.

Esto se ha convertido en algo inconcebible, en un desastre despiadado como ya sabíamos y aun así ellos no han declarado su inocencia. Por eso no debemos permitir que se marchen así como así. El próximo mes de enero está muy lejano, hay demasiadas guerras, demasiadas atrocidades y alianzas deshilachadas. Estos hombres, y me refiero a todos ellos desde Dubya a Lon Chaney y otros mas deben marcharse ya. Y no me refiero a regresar al rancho de Crawford a podar el césped…¿Qué sucede allá con eso?, me pregunto. ¿Vive este hombre en un área de billones de acres que él mismo poda? ¿Todavía no lo termina?

No me refiero a que se regresen a Crawford o a una firma de cabildeo de dudosa integridad, si no comparecer ante la Haya y sentarse en el banquillo de los acusados para que el mundo entero les juzgue. La responsabilidad que tiene el mundo es de convocar un tribunal especial y enjuiciar a los criminales de guerra en la guerra contra Irak, al igual que ellos hacen con otras naciones conflictivas que no quieren respetar las convenciones derivadas de las leyes internacionales. Nuestra responsabilidad como estadounidenses es el de facilitar el proceso apartando primero del poder a los criminales de guerra y luego dejar a la fuerza de los mediadores internacionales por la paz que vengan y los arresten.

¿Escandalizado?..¿Por qué? Por supuesto que es muy frecuente girar la cara del otro lado. Pero si intentamos ver lo que el resto del mundo observa estos serian los pasos lógicos a seguir. Pero lo que ocurre es que el debate interno se finge el sordo al mundo exterior. Los demócratas ya han escogido a un candidato que favorece la guerra que permanece en ese rumbo mientras crecen los rumores de una "boleta vinculada" a McCain volteada sobre las ruinas de un escenario internacional. ¿En que planeta vivimos? Recientemente leí un artículo donde se le reprochaba a la izquierda con lo ocurrido en el año1968, reclamando que era nuestra culpa (los opositores a la guerra) que Humphrey perdiera las elecciones. ¿Qué? Supongo que no fue culpa de Humphrey el incumbirse en la guerra de Johnson. Al menos él era el vicepresidente en turno. ¿Cuál es la excusa de Kerry?

Si seguimos con el falso juego argumentativo de la historia, y del cual Nixon es culpable, tendríamos que dar muchas vueltas alrededor. Supongamos que a RFK no lo hubieran asesinado en junio del 68, hubiera ganado las primarias en California y le hubiera ganado las primarias a Humphrey, y le hubiera quitado un peso de encima a los demócratas con la carga de la guerra y hubiera lo mas probable arrasado victoriosamente contra Nixon. Imagínense, no hubiera existido el Plan de Houston, Chile no hubiera sido desestabilizado, seguirían vivos millones de persona en el sudeste asiático….Bueno a lo mejor estoy siendo un poco irónico pero el punto aquí es que la historia no viene en un menú a la carta. No podemos elegir ni escoger luego de que las oportunidades ya no están.

Del único modo que los demócratas perderían las elecciones, como yo lo veo, es si no acogen y no van a la par con aquellos que hoy en día estallan de remordimiento y que están atentos a la marisma que se ha tornado Irak. La analogía de RFK aun sigue entre nosotros en la persona de Dennis Kucinich. Kucinich es el RFK del 2004, el recien y repentino candidato cuya postura sobre la guerra es estimada oportunista por algunos, muy conforme con el régimen existente por otros, representa una esperanza para el partido pero cuya candidatura no figura: a RFK porque le dispararon en la cabeza, y a DJK porque le dispararon en su imagen, en su presupuesto, su alma…elijan la que les apetezca. Pero esto no aplica adecuadamente en esta nueva generación. No fueron necesarias las balas para arruinar la candidatura de Kucinich, y no importa lo que ocurra entre ahora y el mes de julio es sumamente improbable que los demócratas de esta época disciplinada y modernidad adquirida abandonaran la arruinada candidatura de Kerry, aunque eso sí, deberían pensarlo muy bien.

Pero por supuesto esto no tiene que ver con mi argumento. ¿A quién le importa quien es el candidato en noviembre? Destituyan a los bastardos ahora. Para cuando ya las cosas se calmen y las acusaciones sean repartidas ya habremos vivido varios mandatos presidenciales en donde un nuevo gobierno podría significar algo: Bernie Sanders, o Kucinch, y Barbara Lee. Y a toda prisa……..

© 2003 Daniel Patrick Welch. Concedido el permiso para su reproducción.
Traducido por  Yvette Arcelay

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Welch vive y escribe en Salem, Massachussets, EE.UU., con su esposa Julia Nambalirwa-Lugudde. Juntos administran The Greenhouse School. Sus artículos anteriores están a disposición en la Internet y se le facilitará un índice con solo pedirlo. El autor se ha presentado por radio (la entrevista se puede escuchar aquí) y sus columnas también se han difundido: los interesados en retransmitir el audio deberán comunicarse con el autor. Algunas columnas están a disposición en español o francés y hay otras traducciones pendientes (se acepta ayuda para otras lenguas). Welch habla varios idiomas y hace grabaciones en francés, alemán, ruso y español o entrevistas en la lengua meta por teléfono.